domingo, 19 de septiembre de 2010


Distintas posiciones filosóficas y antropológicas han sostenido diferentes posturas acerca de su definición y realidad. Aquí solo vamos a mostrar las dos posiciones que nos parecen más interesantes o que han creado controversia.

Uno de los puntos de vista defiende la existencia de los valores por si mismos, independientemente de todo e independientemente de que el hombre los perciba o no. Por otro lado, está la teoría que sostiene, que los valores son producto de la capacidad intelectual del hombre.

En nuestra opinión, ambas posiciones poseen un criterio válido, ya que las cosas no existen con independencia de sus valores, y los valores no existen sin un sustrato que los mantenga. La persona valora las cosas, y el objeto o cosa ofrece un fundamento para ser valorado. La capacidad intelectual del Homo Sapiens ha de servirle para descubrir por qué una cosa es buena. Pero este descubrimiento solo es posible a quien contempla el mundo de forma positiva, a quien previamente ha comprendido que todo lo que nos rodea tiene una finalidad, un sentido, una razón de ser y que es buena.

Luego de todo esto, podemos concluir que valor es todo aquello que hace a las cosas buenas.

domingo, 12 de septiembre de 2010


Si queremos educar en valores debemos tener un comportamiento valioso.

La escuela no debe separarse de la familia.

Es importante poner amor cuando se intenta educar en valores.

La crisis de valores no es un aspecto ajeno a la intimidad humana, porque nace fundamentalmente de la ignorancia.

Hay que recuperar la cultura del esfuerzo.

En cada cultura los valores tienen una cotización diferente.
Qué es un valor? y, ¿cuáles son las causas de la crisis de valores? Fueron los cuestionamientos del Dr. Aquilino Polaino-Lorente, al hablar de “Valores, un Proyecto de Vida”,
Señaló que un valor es un aspecto del bien, es una perfección, la motivación para hacer algo, la norma o conciencia personal. En este sentido, dijo: “El tener más valores nos hace más perfectos” y cuando se vive ese valor como forma de vida cotidiana se hace una virtud, lo que supera a cualquier valor porque éste es general, existe lo viva la persona o no. En cambio, una virtud forma parte del ser humano en particular.
Consideró que el valor es la madre de la motivación “porque nos motiva lo que vale”. Por eso, dijo, “A los valores les debemos cierta estima, porque son aspectos, representaciones, estimaciones del bien”.
Explicó que ante los valores existen dos puntos que hace que nos confundamos: el aspecto objetivo (lo intrínseco del valor) y el aspecto subjetivo (porque pueden cambiar).
“No hay relativismo en los valores, éstos pueden estar a la alza o a la baja en cada persona”, dijo.
Al referirse a la crisis de valores, el Dr. Polaino-Lorente consideró que ésta no es ajena a la intimidad humana, porque fundamentalmente nace de la ignorancia.
Destacó que algunas de las causas de esa crisis de valores son: La desorientación, porque no hemos elegido o jerarquizado nuestros valores. La confusión, porque según palabras de Eliot, para qué sirve tanta información y que poca ciencia y tanta ciencia y que poca sabiduría. La ignorancia de sí mismo. La ausencia de modelos en los que los valores se observen ya realizados; “pues sirve poco enseñar valores sino están en nuestro comportamiento. Cada maestro es líder y los niños los observan, si queremos educar en valores debemos tener un comportamiento valioso”.
Otra causa de esta crisis es que los alumnos no se conocen a sí mismos, sus valores fuertes y sus limitaciones “conocer a los demás y enseñarlos a que se conozcan es educar en valores”.
“La contraposición entre valores y antivalores a los que se está sometido”, es causa de la misma crisis.
LOS VALORES en
LA EDUCACION



La educación en el proceso de integración es continua desde la etapa inicial del niño y su función es formarlo con una conducta basada en valores como lo son el respeto, la honestidad, responsabilidad, cooperación identidad nacional, solidaridad entre otros, para así estén preparado para la participación e incorporación a la sociedad en esta investigación los alumnos, nosotros los docente y comunidad somos las piezas claves para alcanzar dichas metas ya que cumplimos con el deber de organizar, dividir e evaluar y sobre toda las cosas colaborar con la educación de nuestros niños.

También nosotros los docente ejecuta roles muy importante como lo son ser facilitador, orientador experto, modelo asesor innovador y pensador, promotor social basándose en la inquietudes del niño y le entrega las herramientas para la vida que van a ser utilizadas por ellos para integrarse en la vida social de una manera acorde.

La educación en valores dentro del ámbito educativo es un tareas bastante complejas que implica buscar las vías para así llegar a cada una de las áreas sociales del estudiantes con una comunicación acorde donde se puedan conseguir y crear espacios que estén involucrados el educador educando y la comunidad donde se esté valorando las diferentes relaciones personales que surgen de una manera constructiva y sean positiva.

Es por ello que la educación debe estar basada en valores morales que suponen la comprensión y adquisición de conceptos y formas de actuar de acuerdo con valores sociales de responsabilidad, solidaridad, participación, respeto, justicia, deben conducir a un desarrollo de una moral autónoma, que conlleve una verdadera actitud democrática. Este es el objeto que se persigue al incluir el eje de valores en el currículo de la escuela básica, a fin de fomentar la reflexión permanente sobre situaciones que contribuyan a crear actitudes criticas frente a nuestra sociedad.



Valores EN LA SOCIEDAD

¿Qué son los valores?...

Podrían ser cualidades, costumbres, mitos, pero lo que sí, es que cada quién como individuo elige los valores que quiere mostrar ante una sociedad que juzga; porque no mencionarlo, la falta de valores, pero; ¡Quién decide que es los que esta bien o está mal! pero ¿es alguien tan perfecto como para poder juzgar a los demás por sus actos y falta de valores, sin caer en los mismos errores?, creo que la respuesta a estas preguntas es que cada quien cree lo que quiere en la vida y para eso hay opciones.
Hay quienes se basan en los valores humanos, que sólo perseveran buscando la estabilidad y el reconocimiento ante una sociedad que no perdona y sólo tiene memoria para recalcarte tus errores sin ver tus aciertos, que no respeta tu libre albedrío , que sólo enjuicia, dice y trata de lo que esta bien o está mal, sin tomar en cuenta causas y efectos, los valores humanos fallan porque no hay nadie perfecto, ni esa persona en la que tanto confías porque como todo ser humano en algún momento deja todo por nada, falla y comete errores, por lo cual poco a poco va hacia la decadencia, al creer que no hay quien merezca tu ilusa perfección, pero los seres humanos también culpan al otro de sus errores, de su desequilibrio, siendo que el equilibrio es uno mismo; pero no, la sociedad solo juzga y pide cuentas.
Pero también hay quien cree en el valor espiritual, en el que hay un ser supremo que te guía y sabe que existe un destino, en el que hay miedos, pero en el que hay que recorrer los caminos solo con fe, en el que nuestro ser supremo olvida y perdona y respeta nuestro libre albedrío, que entiende nuestras necesidades de ser escuchados y de afecto, el que no modifica sus valores porque todos llevan a una meta. Ese ser supremo en el que se cree pregunta el ¿por qué?, no tiene juicios, tiene preguntas.
Así cada persona tiene los valores que demuestran realmente en sociedad y no de los que algunos se mofan pero en realidad carecen…

Para poseer la virtud, RECIPROCIDAD TERRENAL, los comportamientos más importantes que se deben tener son::

1- Respetar a nuestra Madre Tierra evitando el contaminarle sus aguas, suelos y atmósfera.

Entre más la contaminemos, más contaminación recibiremos nosotros mismos, y como consecuencia, más enfermedades y calamidades. Entre más contaminemos la atmósfera, más calentaremos la superficie terrestre en sus aguas, suelos y aires, haciendo que se desequilibrien sus condiciones, y provocando con ello enormes trastornos y daños al sistema y a todos los seres vivientes.

Si nosotros NO tratamos bien a nuestra MADRE TIERRA, ella NO tendrá capacidad para tratarnos bien a nosotros.

2- Respetar, amar y cuidar la vida no humana como son los animales, aves, peces, plantas, hongos, bacterias, microbios y virus.

Si no respetamos, amamos y cuidamos esas vidas, y ellas se acaban, también nos acabaremos los humanos. Somos todos engranajes diferentes de una misma máquina, entrelazados y necesarios entre sí.


domingo, 29 de agosto de 2010


Muchas veces se estima que de todos los sentimientos humanos, el más efímero es la gratitud. Quizás haya algo de cierto en esta aseveración. Ya que el saber agradecer es un valor en el que pocas veces se piensa. Tradicionalmente nuestras abuelas nos lo decían "de gente bien nacida es ser agradecida".

Para algunas personas dar las gracias por aquellos servicios cotidianos es muy fácil: el desayuno, la ropa limpia, la oficina aseada... Sin embargo, no siempre es así.

La gratitud implica algo más que pronunciar unas palabras de manera automática, sino que responde a aquella actitud que nace del corazón, en aprecio a lo que alguien más ha hecho por nosotros.

Ahora bien, la gratitud no "devolver el favor": si alguien me sirve una taza de café no significa que después debo servir a la misma persona una taza y quedar iguales... El agradecimiento no es pagar una deuda, es reconocer la generosidad ajena.

Aquella persona agradecida busca tener otro tipo de atenciones con las personas, no piensa en pagar por cada beneficio recibido, sino en poder devolver la muestra de afecto o cuidado que tuvo.

Una muestra sincera de agradecimiento proviene de un niño cuando con una sonrisa, un abrazo o un beso le agradecen a sus padres aquellos obsequios o presentes ¿De qué otra manera podría agradecer y corresponder unos niños? Y con eso, a los padres les basta.

En este sentido, estas muestras de afecto constituyen una manera visible de agradecimiento; la gratitud nace por la actitud que tuvo la persona, más que por el bien (o beneficio) recibido.

A lo largo de nuestra vida nos rodeamos de personas por quienes tenemos especial estima, preferencia o cariño por "todo" lo que nos han dado: padres, maestros, cónyuge, amigos, jefes... El motivo de nuestro agradecimiento se debe al "desinterés" que tuvieron a pesar del cansancio y la rutina. Nos dieron su tiempo, o su cuidado.

No debemos olvidar que nuestro agradecimiento debe surgir de un corazón grande.

No siempre contamos con la presencia de alguien conocido para salir de un apuro, resolver un percance o un pequeño accidente. ¡Cómo agradecemos que alguien abra la puerta del auto, para colocar las cajas que llevamos, o nos ayude a reemplazar el neumático averiado!

El camino para vivir el valor del agradecimiento tiene algunas notas características que implican:

 Reconocer el esfuerzo de los demás cuando nos proporcionan ayuda

 Acostumbrarnos a dar las gracias

 Tener pequeños detalles de atención con todas las personas: acomodar la silla, abrir la puerta, servir un café, colocar los cubiertos en la mesa, un saludo cordial...

La persona que más sirve es la que sabe ser más agradecida.


Podríamos definirla en palabras justas como una virtud, la cual nos ayuda a actuar frente a las situaciones diarias de la vida, con mayor conciencia. Gracias a ella, nuestra personalidad concordará con alguien decisivo, emprender, comprensivo y conservador. Es decir, la prudencia pasa inadvertida ante nuestros ojos, ya que es muy discreta.

Tal es así, que las personas que viven esta virtud, son aquellas que toman las decisiones acertadas en el momento y lugar adecuado; lo que se proponen lo logran con éxito, en las situaciones más difíciles demuestran calma y serenidad, entre otras cuestiones.

Como mencionábamos anteriormente, este valor, nos ayuda a actuar correctamente ante cualquier circunstancia, mediante la reflexión y razonamiento de los efectos que pueden producir nuestras palabras y acciones en la misma.

Las emociones, el mal humor, las percepciones equivocadas de la realidad y la falta de la justa y necesaria información; en la mayoría de los casos proporciona que tomemos las decisiones incorrectas. Es decir, que posiblemente esto refleje que nos cuesta mucho reflexionar y conversar con calma en cualquier hecho. Es decir, que la prudencia se forma en nosotros por la manera en que nos conducimos frecuentemente, y no a través de lo que aparentamos ser.

Las consecuencias de ser imprudentes, se presentan en todos los niveles de nuestra vida; es decir, en lo personal y colectivo. Por ello, siempre es necesario saber que todas nuestras acciones deben estar destinadas a proteger la integridad de los demás sujetos como primer medida y como símbolo de respeto hacia nuestra especie.

El simple hecho de lastimar a los demás, de tener preocupaciones, no poder comprender los errores de los demás, imposibilitar la vida de los demás o ser antipáticos; son motivos comunes en donde deberíamos centrar nuestras fuerzas, para luchar y tratar cada día de ser un poquitos más prudentes.

Detente a pensar un momento y aprecia las cosas en su justa medida. Luego observarás que todos hacemos más grandes los problemas de los que verdaderamente son, y actuamos y por ende decimos, cosas que por lo general luego terminamos arrepentidos.

Otra cuestión, es tratar de no aparentar ser prudentes, ya que esto significa que no somos capaces de actuar adecuadamente, decidir y comprometernos, por el simple temor que poseemos, junto a la pereza y las razones que creemos son valederas. Seamos sinceros con nosotros mismos y reconozcamos que hay algo que no nos gusta o nos incomoda en determinadas circunstancias.

La inconsciencia en nuestros deberes y en el actuar cotidiano, reflejan la falta de prudencia en nuestras vidas. Nunca pensaste que trabajar con intensidad y provecho, cumplir con las obligaciones y compromisos, ser amables con las personas y preocuparnos por su bienestar general, son una manifestación fiel de esta virtud humana.

Ahora bien, ¿Cuáles son los verdaderos beneficios de actuar con prudencia? En primer lugar, conservamos un buen estado de salud, ya sea física, mental y espiritual; manejamos nuestro presupuesto apropiadamente, cuidamos de las cosas para que ellas funcionen y permanezcan en condiciones para nuestro bienestar.

,Ojo el ser prudente no significa que estemos exentos de equivocarnos. Todo lo contrario, uno aprende de los errores una y otra vez, porque reconoce en cada uno de ellos sus fallos y limitaciones. Uno aprende, pide perdón y consejos.

Recuerda, las mejores decisiones para actuar provienen de la experiencia. Todas las cosas que se desarrollan a nuestro alrededor nos enseñan a ser más críticos y observadores, prediciendo los éxitos y fracasos para cualquier acción a emprender.

Entonces, la prudencia será el valor que nos guíe por el camino más seguro, construyendo en nosotros una personalidad más segura y perseverante, capaz de comprometerse en todo y por todos, el cual generara confianza y reflejará amabilidad por el prójimo.